En esta foto de archivo del 19 de enero de 2016, las armas de fuego se exhiben en una feria comercial en Las Vegas. (AP Photo/John Locher, File)
Las ventas de armas de fuego experimentaron una subida considerable en EE. UU. alcanzando la cifra más alta jamás registrada en agosto, después de que los candidatos demócratas a 2020 afirmaran que, de salir elegidos, impondrán la mal llamada “recompra obligatoria”.
La suma total de consultas al sistema de registro del Sistema Nacional de Verificación Instantánea de Antecedentes Penales aumentó un 15,5% el mes pasado con respecto a 2018, según las cifras de la National Shooting Sports Foundation (NSSF) citadas por el Washington Examiner.
En esa cifra se incluyen todas las comprobaciones “por razones de seguridad, los permisos de porte ocultos y las ventas de armas”.
De acuerdo al diario capitalino, este principal indicador de la venta de armas se disparó en base a dos factores: Uno, los estadounidenses que buscan protección, y dos, la preocupación de que los demócratas del Congreso presionan para reformar las políticas de control de armas, prohibir la venta de “armas de asalto”, y limitar la venta de municiones tras los recientes atentados en masa protagonizados por psicópatas.
Ahora, mientras la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, exigían que el Senado apruebe una ampliación de la verificación de antecedentes penales que ya cuenta con el apoyo de la Cámara para, según aseguran, frenar los tiroteos masivos, la administración Trump se enfoca en los perpetradores, y sus documentados problemas de salud mental.
Tiroteos masivos y seguridad personal
“Como hemos visto en el pasado, la reciente publicidad de los tiroteos masivos ha alimentado la preocupación de la gente por su seguridad personal. Estamos viendo a muchos compradores de armas por primera vez, y nuestras plazas para las clases de porte oculto se están reservando con rapidez”, dijo al Washington Examiner, Justin Anderson, director de mercadeo de Hyatt Guns en Charlotte, Carolina del Norte, uno de los mayores vendedores del país.
“Las figuras políticas que hablan de la prohibición y confiscación de armas de fuego también están empezando a influir en las ventas. Hemos visto un ligero aumento en la venta de rifles tácticos como resultado de ello”, añadió.
Los demócratas han aumentado su “retórica extremista contra las armas de fuego” tras el tiroteo masivo en Odessa, Texas, que a finales de agosto llevó a cabo un “lunático psicótico”, dejando siete muertos y docenas de heridos, describió el Daily Wire.
El tirador en Dayton, también tenía “una lista de personas que quería matar y violar”, por lo que “no debería haber sido necesario quitarles las armas a todos para prohibir que ese loco peligroso, en particular, obtenga un arma de fuego. De la misma manera, una iniciativa nacional de control de armas no es necesaria”, añadió.
En cuanto a la polémica y eufemística propuesta de “recompra obligatoria” del candidato demócrata a 2020, Beto O’Rourke, el Daily Wire señala que “una recompra obligatoria es sólo otro nombre para la confiscación. Es un poco como llamar al robo a mano armada una donación obligada”.
Los candidatos demócratas a las presidenciales y sus colegas en Washington no sólo van tras “armas de asalto”, sino que van de la mano de “sus amigos en los medios de comunicación” tras el derecho estadounidense a poseer cualquier arma de fuego, señaló Katie Pavlich, autora, bloguera y locutora conservadora estadounidense a The Hill.
Expertos consultados por Daily Wire opinaron que los números registrados en agosto podrían ser solo el comienzo de otro período frenético de compras como ocurrió en 2016 después de que los llamados a endurecer el control de armas y prohibir las armas de asalto, de la entonces candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, contribuyeran a alcanzar el récord histórico de ventas anuales y solicitudes de comprobación de antecedentes.
Redacción BLes