Un reporte holandés que investigó la causa de la caída del vuelo MH17 de Malaysia Airlines en Ucrania, encontró que el vuelo fue derribado por un explosivo ruso modelo BUK que fue detonado en el aire cerca de la nave, y criticó a autoridades de Ucrania, la aerolínea y otros países, por no reconocer los riesgos de volar sobre una zona de guerra en el este del país.
Según el reporte, dos naves militares fueron derribadas tres días antes de que el vuelo MH17 se estrellara, matando a las 298 personas a bordo en la misma zona aérea.
Tales incidentes, “proporcionaron motivo suficiente para que se cerrara el espacio aéreo sobre el este de Ucrania como una precaución,” indicó el reporte, agregando que “las partes involucradas en la aviación no reconocieron adecuadamente el riesgo del conflicto armado.”
En una conferencia de prensa, un representante de la Junta Directiva de Seguridad de Holanda, entidad que realizó el reporte, dijo que “autoridades de Ucrania fallaron” en cerrar el espacio aéreo dada la amenaza.
Durante la conferencia también se mostró una reconstrucción por modelo computarizado sobre el incidente aéreo.
El avión despegó de Amsterdam y se dirigía hacia Kuala Lumpur el 17 de julio del 2014 cuando fue derribado mientras volaba sobre territorio de Ucrania.
Desde entonces autoridades de Ucrania han alegado que rebeldes respaldados por Rusia derribaron la nave comercial con un misil fabricado en Rusia, algo que líderes rebeldes, y autoridades en Moscú han negado.
La compañía que fabrica el tipo de misil que derribó al vuelo MH17, Almaz-Antey, publicó un reporte tan solo horas antes del documento de la Junta Directiva de Seguridad de Holanda, alegando que realizó una prueba en la que detonó un misil BUK cerca de la nariz de una nave similar al Boeing 777 de Malaysia Airlines, y que los patrones de daños son diferentes a los vistos en el vuelo MH17.
Fuente: The Christian Post