Política «cero covid» de China: entre récord de contagios y muertes de ancianos

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China quiere contener el virus pero detrás de las dantescas restricciones hay deficiencias. (EFE)

Uno de los puntos débiles de la política “cero covid” trazada por el comunismo chino es posiblemente la deficiente tasa de vacunación en adultos mayores. No tuvieron prioridad para recibir las dosis y el régimen ahora se arrepiente de ello.

Si alguien tuviera que describir el operativo de contención del coronavirus en China, podría usar la palabra «catastrófico» sin problemas. Parece que de nada le ha servido al régimen de Xi Jinping a pesar de aislar a los ciudadanos, encerrarlos en instalaciones estatales o sacrificar mascotas. El número de contagios repunta con el pasar de los días y las costuras de la política «cero covid» se ven por todos lados.

Día a día el país registra altos números de contagios que están poniendo de cabeza el orden social y la vida de las personas. Shanghái es el mejor ejemplo. La ciudad más poblada de China y centro de la economía nacional ahora luce desierta, con personas gritando desde sus balcones por las radicales medidas. Mientras en los hospitales, los empleados de la salud que dan positivo al virus quedan aislados sin poder atender pacientes enfermos, sea cual sea su enfermedad.

El más reciente balance Comisión Nacional de Sanidad de China (NHC, en inglés) informó al 15 de abril la detección de 3486 nuevos casos de coronavirus, además de 20782 casos asintomáticos. Precisamente Shanghái es la zona con más contagios (3200) seguida por Jilin, una provincia nororiental. Por eso el ensañamiento contra sus habitantes.

Uno de los puntos débiles de la política «cero covid» trazada por el comunismo chino es posiblemente la deficiente tasa de vacunación en adultos mayores. Además, estas personas entre dolencias y su avanzada edad dudan de la supuesta efectividad de las vacunas contra el virus.

La política «cero covid» no es tan efectiva

Probablemente la situación con los ancianos se debe al enfoque con el que China inició su campaña de vacunación. Tal como reseñó South China Morning Post, se le dio prioridad a la vacunación de los trabajadores de la salud, las personas con mayor riesgo de contraer el virus y los trabajadores esenciales. El régimen asumió que las personas mayores tendrían menor riesgo de exposición por vivir en zonas alejadas o rurales.

Ahora la retórica cambió. Se les está pidiendo vacunarse. Si nos remitimos a las cifras, solo 19,7 % de personas mayores de 80 años recibieron un refuerzo de la vacuna al 17 de marzo. En este sentido, solo 50,7 % del mismo grupo etario completaron sus primeras vacunas, según la NHC. “Una vez infectados, tienen una tasa de enfermedad y mortalidad mucho más alta que el resto de la población”, reconoció uno de los funcionarios del instituto.

Pero no será tarea fácil para el régimen de Xi Jinping si se toma en cuenta que agencias como EFE reportan resistencia a las dosis. Para combatirlo, algunos gobiernos locales ofrecen cupones de descuento, regalos e incluso dinero.

Sin atención médica

Dentro de los hospitales la historia es otra para las personas de edad avanzada, estén contagiadas o no. Múltiples pacientes han muerto en el hospital Shanghai Donghai Elderly Care según Associated Press porque el personal médico infectado es puesto en cuarentena obligatoria y por ende no pueden atender.

Los familiares de Shen Peiming, de 71 años, falleció tras un derrame cerebral sin que sus allegados pudieran acompañarlo. Tampoco saben si recibió la atención adecuada. Según AP toda la información que manejan es que su médico y las enfermeras no habían estado allí para atenderlo. La versión que recibieron fue que la muerte se debió a una infección en el pecho, pero el paciente había dado negativo al coronavirus la semana anterior.

En consecuencia el manejo en los hospitales es bastante difuso. China planea dar una imagen de control frente al virus pero detrás hay muchas deficiencias y abusos que van saliendo a la luz. La segregación de los niños de padres infectados y el racionamiento de la comida abultan las numerosas evidencias.

¿Qué dice hasta ahora el régimen chino? Supuestamente va a relajar algunas prohibiciones dadas las protestas de los ciudadanos de Shanghái. También, van a clasificar las comunidades de la ciudad en tres niveles según el número de infecciones. Pero el radicalismo del régimen chino es muy conocido. Xi Jinping tendrá que ordenar cambios mucho más profundos para dejar atrás tanta represión en medio de los contagios.

Oriana Rivas – PanamPost


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