Tyler Perry obtuvo el Óscar humanitario con un discurso de unión frente a la división. (EFE)
Frente al discurso de división y tensión racial, el actor Tyler Perry, en ocasión de haber recibido este galardón, aprovechó para proponer el encuentro en un punto medio y no odiar a nadie, ni a policías o blancos. A nadie.
El hombre mejor pagado en Hollywood también demostró ser el más humano, al promover un discurso de unión en medio de tanta división. Tyler Perry recibió el Premio Humanitario Jean Hersholt en la entrega 93 de los premios Óscar, el domingo 25 de abril.
En medio de imágenes de Black Lives Matter que encendieron la introducción a la entrega del Premio de la Academia, cargada de publicidad de documentales sobre el odio racial y denuncias de violencia policial, Tyler Perry dijo basta.
Frente a un público mayormente «progresista» Tyler llamó a una inclusión que involucra a todos, a un diálogo que encuentre un punto medio y señaló que el odio no debe ser apuntado hacia nadie; eso incluye a la policía.
«Tengo la esperanza de que todos enseñemos a nuestros hijos no solo a recordar, simplemente a rechazar el odio, a no odiar a nadie. Me niego a odiar a alguien porque sea mexicano, o porque sea negro, blanco o LBGTQ», exclamó.
La audiencia aplaudió rotundamente y Perry continuó: «Me niego a odiar a alguien porque es un oficial de policía», espetó.
“I refuse to hate someone because they are a police officer”: Tyler Perry wins Jean Hersholt Humanitarian Award at the Oscars pic.twitter.com/P6PJZlUQdV
— The Post Millennial (@TPostMillennial) April 26, 2021
«Me niego a odiar a alguien porque es asiático», agregó.
«Espero que rechacemos el odio, y quiero tomar este premio Humanitario Jean Hersholt y dedicarlo a cualquiera que quiera estar en el medio. No importa lo que haya alrededor de las paredes. Párese en el medio. Porque ahí es donde ocurre la sanación. Ahí es donde ocurre la conversación. Ahí es donde ocurre el cambio. Sucede en el medio», siguió.
Luego, Perry invitó también a la audiencia: «Cualquiera que quiera encontrarse conmigo en el medio para negarse a odiar, rechazar un juicio general y ayudar a levantar los pies de alguien del suelo, este también es para ti. Dios te bendiga. Y gracias Academia. Te lo agradezco. Gracias».
Perry, con un discurso conciliador tras recibir el Óscar, llamó a las personas de más influencia en la industria audiovisual a ser parte de la reconciliación de la nación, al igual que al público, frente a un movimiento que divide cada vez más al país.
Según Forbes, la fortuna de Perry supera los mil millones de dólares. Construyó su propia fortuna, luego de haber vivido la mayor pobreza, incluso en la calle.
Por eso ha abocado su vida a ayudar a los más necesitados, donde conoció historias desoladoras y allí sembró la esperanza.
Ese ejemplo lo obtuvo de su madre, quien inspiró su generosidad. Durante la entrega de su premio humanitario, contó que recuerda levantarse de su cama y pisar cuerpos de desconocidos. Su madre albergaba en su casa a personas sin hogar.
La ayuda de Perry durante la pandemia
Por causa de la pandemia del coronavirus, Perry ha llevado su filantropía al alivio de esta crisis.
A principios de abril del 2020, Perry, con sede en Atlanta, donó 21000 dólares a 42 meseros sin trabajo en su restaurante favorito, Houston, lo que equivale a 500 dólares por cada empleado.
Unas semanas más tarde, el filántropo pagó de forma anónima las facturas en 44 supermercados de la cadena Krogers de la zona de Atlanta durante la hora de compras designada por la tienda para personas mayores y clientes en riesgo.
Los recibos estaban marcados como «Atlanta Angel», lo que dejaba a los compradores adivinando quién podría estar detrás de la sorpresa de la caja.
Hizo lo mismo en 29 locales de la cadena de supermercados Winn-Dixies, en su ciudad natal de Nueva Orleans.
Desató un efecto dominó que inspiraron aún más donaciones, incluso la división de Kroger en Atlanta igualó su donación.
Así como ayuda a su comunidad, Perry se asegura que sus empleados estén en las mejores condiciones. Facilitó el acceso a la vacuna, de forma voluntaria, a su personal en el estudio de producción de Atlanta.
Como cristiano, la caridad es un pilar de su vida, al igual que el amor al prójimo, que no le niega a nadie, sin distinción de piel ni cargo.
Hoy, en ocasión de haber ganado el Óscar humanitario, invita a sus colegas en Hollywood a hacer lo mismo.
Mamela Fiallo Flor – PanamPost