La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, en Washington, el 10 de octubre de 2017. (Benjmin Chasteen/La Gran Época)
Contrariamente a lo que indican múltiples artículos en la prensa, la administración Trump no impuso restricciones al FBI para investigar las acusaciones contra el candidato a la Corte Suprema Brett Kavanaugh, según dos portavoces de la Casa Blanca y el mismo presidente Donald Trump.
“La Casa Blanca no está microgestionando este proceso”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en una entrevista con “Fox News Sunday”.
“El Senado está dictando los términos. Ellos extendieron una solicitud y nosotros le dimos vía libre, como escucharon decir al Presidente, para ‘hacer lo que se tenga que hacer’. Esto lo hacen ellos y nosotros estamos fuera del camino para dejarlos a hacer exactamente eso”.
Trump le ordenó al FBI abrir una investigación complementaria sobre los alegatos de los acusadores de Kavanaugh después de que al menos tres senadores con voto decisivo indicaron que no confirmarán al juez a menos que el Buró realice una investigación de una semana de duración. El senador republicano Jeff Flake de Arizona, fue el primero en plantearlo poco antes de votar para `promover la nominación de Kavanaugh al Senado.
Sanders dijo que “no estaba al tanto” de si el consejero de la Casa Blanca Don McGahn habría dado instrucciones al FBI sobre a quién entrevistar o qué investigar. La asesora de la Casa Blanca Kellyanne Conway también dijo que no había discutido el asunto con McGahn.
Conway dijo a” Estados de la Union” de la CNN que solo conocía los parámetros que el Senado estableció para la investigación. El Comité Judicial del Senado dijo el 28 de septiembre que la investigación de antecedentes complementaria del FBI “se limitaría a las actuales acusaciones creíbles” y debe completarse en una semana.
“La Casa Blanca no se está involucrando en la investigación del FBI de esa manera”, agregó Conway. “Ellos deberían estar viendo todo lo que creen que es creíble dentro de este alcance limitado”.
Kavanaugh ya ha negado cuatro alegatos en su contra en un testimonio bajo juramento so pena de perjurio. El juez atravesó sin problemas las audiencias de confirmación, a principios de septiembre, antes de enfrentar un aluvión de alegatos al final del proceso, ninguno de los cuales ha sido corroborado por evidencia o testigos.
Poco después de que la nominación de Kavanaugh avanzara hacia el pleno del Senado, el Comité Judicial del Senado solicitó a la Casa Blanca que reabriera la investigación.
La NBC fue uno de los primeros en publicar, citando fuentes anónimas, que la Casa Blanca había puesto restricciones a la investigación del FBI. El presidente Trump refutó ese reclamo y convocó a la cadena de televisión a corregir su información.
“La NBC informó incorrectamente (como de costumbre) que yo estaba limitando la investigación del FBI sobre el juez Kavanaugh y los testigos, solo a ciertas personas. En realidad, yo quiero que ellos entrevisten a quienes consideren apropiado, a su discreción. ¡Por favor, corrijan su información!”, escribió Trump en Twitter.
Los demócratas del Comité solicitaron una investigación del FBI durante la audiencia del 27 de septiembre, en la que participaron la primera acusadora de Kavanaugh, Christine Ford, y el juez. Los republicanos rechazaron repetidamente las solicitudes, señalando que el Buró lo consideraba un caso cerrado.
En una aparente apuesta por retrasar la confirmación de Kavanaugh, los senadores demócratas retuvieron los alegatos de Ford hasta después de que se completara el proceso de confirmación del comité, cuando solo quedaba la votación final para que la nominación avanzara en el Senado.
El caos tuvo su punto cúlmine el 27 de septiembre cuando Ford mantuvo su relato y Kavanaugh refutó la acusación. En un emotivo discurso ante el comité, con millones de espectadores en televisión, Kavanaugh ofreció una defensa feroz de su carácter y reputación, negó todas las acusaciones en su contra y criticó a los demócratas por destruir su reputación por una ganancia política.
Trump apoyó a Kavanaugh después de su discurso, y lo calificó de “poderoso, fascinante y honesto”.
“La estrategia de búsqueda y destrucción de los demócratas es vergonzosa y este proceso ha sido una farsa total y un esfuerzo por retrasar, obstruir y resistir. ¡El Senado debe votar!”, escribió Trump en un Twitter el 27 de septiembre.
El 30 de septiembre, Trump sugirió que los demócratas ya comenzaron a reclamar que el tiempo y el alcance real de la investigación no son suficientes.
“¡Hola! Para ellos, nunca será suficiente –¡estén atentos y miren!”, escribió Trump.
Los portavoces del FBI y del Comité Judicial del Senado no respondieron de inmediato a la solicitud de comentarios sobre el artículo del Times.
Reuters contribuyó a este informe.