Este martes familiares de víctimas que han sido asesinadas por inmigrantes indocumentados pidieron junto con miembros del Congreso estadounidense, que se aprueben reformas para aplicar leyes más severas en contra de aquellos inmigrantes que cometen crímenes severos.
Un nuevo debate ha surgido tras la muerte el pasado 1 de julio de Kathryn Steinle, de 32 años de edad, ocurrida cuando un inmigrante indocumentado le disparó fatalmente en una zona turística de San Francisco.
Jim Steinle, padre de la víctima, dijo ante el Comité Judicial del Senado que su hija es víctima de “las leyes no unidas e incompetencia básica del gobierno, ” agregando que “nuestra familia se da cuenta de la complejidad de las leyes de inmigración, sin embargo sentimos fuertemente que cierta legislatura debe ser discutida, aprobada o cambiada para que estos delincuentes salgan de nuestras calles.”
El sospechoso en la muerte de Steinle, Juan Francisco López Sánchez, de 45 años de edad, había sido deportado cinco veces en el pasado, y fue liberado por un crimen anterior relacionado con drogas en abril de este año.
A pesar de que tenía una orden de deportación activa, debido a que San Francisco es una ciudad santuario con políticas que protegen a inmigrantes indocumentados, no fue retenido en esa ocasión por la policía de San Francisco ni reportaron a autoridades federales sobre la liberación de López Sánchez en esa ocasión.
De acuerdo con el Washington Times, republicanos en el Congreso han programado una votación a realizarse a finales de esta semana, para aprobar una reforma para castigar a ciudades santuarios que se nieguen a cooperar con autoridades federales de inmigración.
Otros familiares de víctimas de violencia perpetrada por inmigrantes indocumentados hablaron ante el Congreso pidiendo una reforma.
“Quiero que estén molestos porque los bordes de Estados Unidos están abiertos de par en par. Dénse cuenta de que estamos en guerra aquí en este país,” dijo Laura Wilkerson, madre de Josh Wilkerson, quien a s sus 18 años de edad fue asesinado por un inmigrante indocumentado en el 2010.