Donald Trump, Presidente de los EEUU.
Después de haber visitado tres veces ese gran país durante la administración de Donald Trump y de haber observado, leído y auscultado muchos acontecimientos, me voy a referir al contenido del Título en tres partes:
1.- Trump y su gobierno;
2.- La irrupción del movimiento internacional autodenominado “los progresistas” o “los globalistas”; y,
3.- Las afirmaciones de un descomunal y escandoloso fraude perpetrado en aquel gran país con ocasión de sus elecciones presidenciales:
TRUMP Y SU GOBIERNO
Se hace muy necesario primeramente señalar que Donald Trump es un ser cristiano y como tal defensor de la vida y de la familia; empresario y trabajador por naturaleza; productor de empleos; defensor acérrimo de su país; honesto y consecuente entre lo que afirma y lo que hace; y, frontal a toda prueba, cualidad ésta última del no agrado de muchísimos, sobre todo, de los consabidos políticos.
Durante su administración su país experimentó un auge económico sin igual, en una magnitud como no ocurría hace mucho tiempo, y con ello, el bienestar de la población. Al respecto, pude constatar el auge del turismo interno, o sea, de estadounidenses mismos dentro del país, lo cual fue un signo inequívoco de la satisfactoria situación económica. Además, durante su periodo presidencial, Trump logró récords históricos de desempleo no vistos en los últimos 50 años. Claro está, empañado luego por la llegada de la conocida pandemia, la cual, por las características muy peculiares del virus… ¿a que país no golpeó?
Internamente, el presidente desenmascaró y eliminó determinados privilegios a empresarios corruptos, lo cual obviamente le empezó a causar inconvenientes y opositores tremendos, incluído un gran sector de los medios de información pública, poderosos, por supuesto.
Internacionalmente, Donald Trump defendió a raja tabla el prestigio de su país, como era de esperarse. Por ejemplo, una pequeña gran muestra inicial: en su primera campaña prometió que de llegar a la presidencia, uno de sus primeros Decretos sería la revocatoria de la “ayuda” de más de US$ 500 millones anuales que daba el Presidente Obama al extranjero para financiar políticas de aborto. Llegó, y lo cumplió. Fue uno de los primeros Decretos Ejecutivos que Donald Trump exhibió. Ése sólo hecho obviamente que le causó la animadversión-por decir lo menos-de muchos sectores nacionales e internacionales, incluyendo los “progresistas” y determinadas empresas internacionales. Saque el lector las indefectibles conclusiones al respecto…..Y él estaba consciente de que esa oposición rabiosa iba a empezar a surgir, pero fue lo suficientemente valiente para tomar la medida. No todo Presidente tiene esas agallas, a no ser que sea de la categoría y nivel de un Ronald Reagan, por ejemplo. Y así, hubieron muchísimas otras medidas similares.
Conocido es también que Trump propugnó la conciliación entre varios pares de naciones en litigio, lo cual, le valió ser nominado para el Premio Nobel de La Paz en 3 ocasiones.
Donald Trump fue el primer presidente en renegociar múltiples tratados comerciales con varios países para beneficio de la clase trabajadora estadounidense. Además, combatió agresivamente el terrorismo y lideró la ayuda internacional ante la pandemia del coronavirus.
En cuanto a las relaciones con mi país, Ecuador, se reactivaron muy favorablemente, habiendo Trump recibido en la Casa Blanca al Presidente Moreno; y aún más, interpuso sus buenos oficios para obtener préstamos emergentes de organismos internacionales de crédito durante la pandemia, y en la misma, nos proporcionó importante ayuda con dinero no reembolsable y con insumos médicos por varias ocasiones.
Sería muy largo seguir enumerando sus logros, pero lo que nadie puede o podrá negar, es que fue un gran gobernante. La Historia lo reconocerá.
Con un gobernante de tales quilates, se presume y se asume que cualquier mortal elector en sus plenos cabales, piense que es necesario y conveniente reelegirlo para otro periodo, más allá de todos los adefesios con que muchos mediocremente lo tildan, como por sus gestos, o “que casi no se ríe” o sobre la relación con su esposa, etc. ¡Nimiedades!
LA IRRUPCIÓN DEL MOVIMIENTO INTERNACIONAL “PROGRESISTA”
Es conocido que desde hace algunos años, “inspirados” en las ideas liberales de los años 60 y 70 en EEUU y en aquella nefasta convención internacional de políticos también nefastos denominada “El Foro de Sao Paulo”, surge este movimiento que yo le denomino Izquierda Extremista Radical Internacional – como digo la denominación es mía-, la misma que con conceptos de la vida y politicos degenerados pero fácilmente impactables y convincentes en sectores poblacionales ligeros y vulnerables, han decidido irse tomando el poder en los diversos países de América, en los que indefectiblemente han causado la destrucción.
Este movimiento en claro contubernio con todos aquellos sectores que se consideran “perjudicados” por las políticas de Trump, han encontrado ya en los EE.UU. el suficiente caldo de cultivo para llegar al poder, en rabiosa y furibunda oposición a la reelección de Trump.
Y, para tal efecto, tenemos entendido de que se han coaligado con ciertos demócratas corruptos; empresarios nacionales e internacionales corruptos; cierto sector de la prensa; inmigrantes ilegales y algunos de ellos delincuentes; como ciertos miembros de la ONU; y por supuesto, con la República Popular China, “afectada” y desenmascarada valientemente por Donald Trump por los consabidos manejos perversos del virus del siglo. Aqui vale aplicar la frase “Dios los crea y el demonio los junta”.
Y es harto conocido que todas aquellas fuerzas cuentan con suficientes recursos de todo tipo para conseguir sus aviesos fines en el continente americano. Así como se lee, de todo tipo.
LAS AFIRMACIONES DEL FRAUDE
También es bien conocido que dicha organización internacional es experta en practicar el fraude en los países donde participa apoyando a un determinado binomio presidencial. Así, lo han practicado desde hace mucho tiempo en Cuba, en Venezuela, en Nicaragua, en Ecuador, en Bolivia, en Argentina y donde pueden. Al parecer, hoy el elegido es el país más democrático del mundo… Los Estados Unidos.
Es así como el Presidente Trump ya prevenido desde hace tiempo de aquellas prácticas, dispuso a su equipo de trabajo las investigaciones y más medidas legales que pudo en estas últimas elecciones. Entendemos que tiene un equipo de primera de alrededor de 100 abogados liderados por el experto Rudolf Giulliani y otros técnicos en Sistemas Informáticos y más personal de investigación y administrativo.
El asunto es que ese equipo de trabajo ha ido detectando pruebas de un fraude electoral descomunal perpetrado, según afirman. Con pruebas que van desde el haber hecho sufragar a personas fallecidas; haber puesto votos físicos a personas que no habían votado todavía y manipulaciones en el software contratado para la votación electrónica (se afirma que es el mismo sistema que tiene su origen en Venezuela). Aparentemente, este sistema se usó la noche de las elecciones en varios Estados donde ganaba Trump, para después en la madrugada hacer aparecer la votación totalmente favorable a Biden; impedimento físico para la asistencia de los delegados republicanos en Pensilvania; decenas o centenas de declaraciones juramentadas logradas a personas que estuvieron vinculadas al sufragio y que ahora reconocen fueron instruídas para cometerlo; en fin….muchísimas más.
Yo como Abogado puedo decir, que tal como veo y aprecio las pruebas, las mismas son concordantes y unívocas entre sí. Esto es, que conducen a una misma conclusión.
Se conoce también que el equipo de trabajo de Trump ha presentado una serie de denuncias o demandas en los diferentes Estados.
Lamentablemente en muchos de ellos entra la consabida política y el poder de los coaligados, y seguramente, los Jueces y varias Cortes Estatales no le darán crédito a esa hemorragia de pruebas, por lo que el asunto o los asuntos deberán ser conocidos y resueltos por la Corte Suprema de Justicia, máximo organismo judicial del país.
CONCLUSIONES
Éste ha sido un proceso electoral que indiscutiblemente se sale de un contexto legal normal, por la serie de “irregularidades” detectadas y presentadas ante los órganos respectivos.
La poderosa oposición no se esperó el tesón de Trump, por eso es que lo califico de histórico en el título de este artículo.
Si es que al final la Corte Suprema o el Colegio Electoral no acogen el proceso comprobatorio de Trump y si las pruebas en realidad son contundentes, se habrá sentado un nefasto precedente para la proverbial democracia estadounidense, impoluta por antonomasia.
Y si se decide revertir los resultados en base a la validación de las pruebas presentadas, se habrá marcado un hito histórico glorioso sin precedentes en EE.UU… gracias al histórico Trump.
Rafael Torres Mazzini.