El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abogó el jueves por aplicar la pena de muerte a traficantes de drogas, en una nueva escalada de su dura retórica contra el crimen, cuando el país sufre una crisis del opio que se estima mata a 200 estadounidenses cada día.
“Los traficantes de drogas realmente están haciendo daño”, aseguró Trump durante una reunión sobre esta crisis en la Casa Blanca.
“Algunos países tiene penas muy, muy duras (…) Por cierto, tienen muchos menos problemas de drogas que nosotros”, afirmó Trump.
“Necesitamos fortalecernos contra los traficantes de drogas”, dijo. “Así que tendremos penas muy duras”.
“Tenemos traficantes de drogas que no, quiero decir, que han matado a centenares de personas y la mayoría no ha estado encerrado en la cárcel”, criticó.
“Si dispara a una persona, lo pagas con la vida. Te condenan a pena de muerte. Esas personas pueden matar 2.000 o 3.000 y no les pasa nada”.