Imagen representativa de niña triste. 18 de diciembre de 2009. (Flickr/Harald Groven).
Redacción BLes– Como es sabido los encierros prolongados que ciertos gobiernos impusieron a causa de la pandemia por el virus del Partido Comunista Chino (PCCh) ha provocado un aumento considerable de trastornos psiquiátricos en millones de personas a lo largo y ancho de todo el mundo. Hong Kong, uno de los centros urbanos más afectados por esta problemática, disparó una alarma por el récord de suicidios en niños y adolescentes durante el último año.
Según informes recientes, en Hong Kong los suicidios en menores de 15 años alcanzaron un máximo histórico durante el año 2021. Especialistas atribuyeron el fenómeno a la interrupción prolongada en el aprendizaje presencial debido a la pandemia por el coronavirus.
Según los datos del Tribunal Forense, el Centro de Investigación y Prevención del Suicidio del Jockey Club de Hong Kong, la tasa de suicidio en menores de 15 años durante el 2021 llegó a los 1,7 cada 100 mil niños. Casi duplicando los 0,9 cada 100 mil registrados durante el 2019.
Durante el último año más de 25 niños hongkoneses de entre apenas 13 y 18 años se quitaron la vida voluntariamente y al menos 4 lo hicieron con menos de 12. Paralelamente, la tasa de suicidios entre los jóvenes de 15 a 24 años también aumentó de 8,6 cada 100 mil en 2020 a 9,3 el año pasado.
Los profesionales avocados a la prevención del suicidio han hecho sonar alarmas durante los últimos meses en Hong Kong, sobre todo debido a la preocupación que genera el aumento de suicidios en menores de 15 años.
Cabe destacar que el suicidio es la expresión final de un fenómeno ligado por lo general a fuertes depresiones por razones multicausales. Desde luego, pocos llegan a la instancia de acabar con su propia vida, lo que implica que si aumenta la tasa de suicidios también ha aumentado el malestar en la población, la depresión y la infelicidad. Esto se demuestra también con el aumento de consultas psiquiátricas y el mayor consumo de psicofármacos detectados.
Kenus Leung pui-yee, psicólogo educativo en Hong Kong, dijo que los niños necesitaban adaptarse a muchos cambios en su entorno de aprendizaje durante la pandemia. Es decir que, al estrés normal que implica el rendimiento académico se suma la necesidad de adaptarse a un nuevo sistema educativo, más ligado a lo virtual y dejando de lado la interacción cara a cara tanto con los evaluadores como con sus pares.
En marzo de 2022, en medio de orwellianos encierros en diversas regiones de China, investigadores de prevención del suicidio de la Universidad de Hong Kong hicieron el intento de instar al régimen a que abriera las instalaciones recreativas de manera urgente, sobre todo para aquellos que presentaban un riesgo mayor de aislamiento y riesgos de salud mental, dado que las tasas de suicidio en Hong Kong estaban en un estado de “crisis”.
“Creemos que el distanciamiento social introdujo no solo el distanciamiento físico, sino también la desconexión emocional, lo que llevó a una sensación de aislamiento y abandono por parte de los miembros de la familia y su comunidad… (causando) un impacto en la salud mental”, dijo Paul Yip del Centro HKJC de Investigación y Prevención del Suicidio de la Universidad de Hong Kong, en un intento de comunicar que los encierros estaban provocando graves trastornos en la sociedad y sobre todo en las poblaciones más vulnerables.
Por otro lado, los Servicios de Prevención del Suicidio (SPS), una organización sin fines de lucro que trabaja con una línea directa de asistencia inmediata para quienes necesitan ayuda, informaron que en el último período recibieron un 50 por ciento más de llamadas en comparación con los 12 meses anteriores, y un dato no menor es que el 80 por ciento de las llamadas recibidas estaban asociadas con los encierros pandémicos.
En septiembre las clases en Hong Kong se reanudaron nuevamente aunque en tiempo parcial, lo que implica cierta incertidumbre en el ámbito educativo debido a que los planes de estudio están diseñados para tiempo completo.
También preocupa los suicidios en personas mayores
Durante los meses de mayor encierro también aumentó considerablemente la muerte voluntaria de personas mayores de 60 años y ancianos.
Según reportó recientemente un grupo de prevención del suicidio en Hong Kong, una de las razones por las que se detectaron tantos suicidios entre los mayores de 60 años es que pocos ancianos buscan ayuda.
La agrupación Samaritan Befrienders Hong Kong, informó que apenas el 13 por ciento de las llamadas recibidas durante el año pasado para ser asistidos en situación de depresión extrema correspondió a mayores de 60 años, sin embargo el Tribunal Forense aseguró que el 44 por ciento de los suicidios realizados durante el 2021 correspondió justamente a este grupo atareo.
Desde ya que es natural que preocupe más el asunto del suicidio en niños y adolescentes, dado que aún tienen toda una vida productiva por delante, pero esta agrupación pretende destacar que tampoco habría que abandonar a un sector de la población que ha formado parte de la historia de Hong Kong y que evidentemente hoy también está sufriendo serios problemas asociados a la salud mental.
Problemática que se repite en todo el mundo
La creciente problemática respecto al deterioro de la salud mental de millones de personas no se reduce solo a Hong Kong, más bien gran parte de los países que llevaron a cabo medidas de encierro por el COVID y publican estadísticas sobre suicidios y salud mental, han detectado un incremento considerable de estas problemáticas desde que comenzó la pandemia.
Entre otros casos similares, el Hospital Infantil de Colorado, Estados Unidos, declaró a mediados del 2021 un “estado de emergencia de salud mental pediátrica”, a causa del gran aumento de las crisis de salud mental y de los intentos de suicidio registrados durante aquellos meses por los encierros, el cierre de las escuelas y otras restricciones impuestas por el virus PCCh.
El director médico del hospital, David Brumbaugh, declaró: “Nuestros niños se han quedado sin resiliencia. Su depósito está vacío. Ahí es donde estamos ahora mismo como sistema y está impactando en las familias de toda nuestra área metropolitana, de todo nuestro estado”.
Los niños y adolescentes al perder sus vínculos estrechos han desarrollado un cúmulo de emociones negativas, aseguran los especialistas del Hospital Infantil, y esto ha provocado el caldo de cultivo en el que se gesta la desesperanza, que es la que propicia un posible desenlace suicida.
También quedó demostrado que esta situación no se revierte rápidamente con la simple vuelta a la normalidad, ya que los niños deben restablecer sus vínculos perdidos, lo cual no resulta fácil para la mayoría.
Pareciera que, al menos el mundo occidental, ha aprendido esta lección dado que en términos generales se ha vuelto a una cierta normalidad y los encierros por COVID suelen ser condenados y vistos como una página oscura de la historia reciente.
Sin embargo el régimen chino, necio y fiel a su tendencia autoritaria continúa insistiendo con las mismas medidas que han fracasado en la mayor parte del mundo, a pesar de poner en riesgo a la salud mental de su propia población.
Andrés Vacca – BLes