La secundaria Marjory Stoneman Douglas era el segundo hogar de Aaron Feis. Custodió la entrada como guardia de seguridad por mucho tiempo en la que fuera su propia escuela, y aunque no conocía a ninguno de los 3,200 estudiantes, trató de llegar a tantos como le fue posible, saludándolos cuando llegaban a la escuela y diciéndoles adiós por la tarde. Los invitaba a sentarse junto a él en su carrito de golf para charlar sobre sus problemas y sus sueños.
Feis era intimidante a primera vista: un hombre fornido y calvo con una barba roja como el fuego, pero los estudiantes lo describieron como un gran oso de peluche que los rescataba y los llevaba por el camino correcto.
“Todos lo conocen por la sonrisa, esa sonrisa de satisfacción”, dijo Allyson Rusnak, graduada de Douglas. “Llegabas tarde o tenías problemas y él te salvaba. Entonces te enseñaba lo que debías hacer”.
Feis murió cerca de su posta, asesinado a tiros el 14 de febrero por el ex estudiante Nikolas Cruz, un chico problemático al que llamó Niko y con quien había tratado a menudo. Cruz entró a la escuela con un rifle AR-15 a la hora de salida y comenzó a disparar en las aulas y los pasillos. Ha sido acusado de 17 cargos de asesinato premeditado en el peor tiroteo en una escuela desde Sandy Hook.
Feis fue uno de los primeros en reaccionar: corrió hacia el lugar del tiroteo en su carrito de golf, luego hacia Cruz a pie. Protegió a los estudiantes de las balas y empujó al menos a una chica fuera de la línea visual del tirador, dijeron los estudiantes.
Feis, de 37 años, fue recordado con lágrimas durante un impresionante servicio fúnebre el jueves en una iglesia atestada en Coral Springs, donde fue alabado por su naturaleza desinteresada, tierna y leal.
“Usamos las palabras héroe y heroico con bastante facilidad”, dijo el pastor David Hughes. “No solo estamos alabando a un esposo, padre, hermano, entrenador y amigo. Estamos hablando de un héroe”.
Feis, un graduado de Marjory Stoneman Douglas en 1999 y jugador del equipo de fútbol de los Eagles, comenzó a trabajar como custodio en la escuela y fue promovido a guardia de seguridad. Fue un popular entrenador asistente de fútbol que entrenó a la línea ofensiva del equipo juvenil de la secundaria.
“No recuerdo que nadie lo llamara Aaron. Fue Feis, algo así como decir LeBron o Michael”, dijo el jefe de la Policía de Broward, Scott Israel, quien fue entrenador voluntario de fútbol cuando sus dos hijos jugaban en Marjory Stoneman Douglas. “Han pasado entrenadores por acá, pero ¿quién fue constante? Big Feis. Los chicos rendían más porque nunca quisieron decepcionar a Feis”.
Israel dijo que Feis protegía a los estudiantes que apreciaba.
“Antes de que nos enteráramos cómo murió, ya sabíamos que había muerto arriesgándose para ayudar a otros, corriendo hacia el peligro”, dijo Israel.
A Feis le sobreviven su esposa, Melissa, y su hija Ariel, de 8 años, que era una habitual en las prácticas de fútbol. Ella iba junto a su padre repartiendo agua a los jugadores.
Brandon Corona contó cómo Feis lo eliminó del equipo de fútbol, “algo que yo ni siquiera creía posible”, dijo, riendo. “Me sentí avergonzado y herido. Me llevó aparte y me dijo: ‘Todavía no veo que crees en ti mismo, pero cuando lo hagas comenzarás el año próximo’. Tuvo una visión sobre mí que yo no poseía”.
Corona recordó cómo Feis pasaba horas haciendo videos de los jugadores destacados y los enviaba a los entrenadores universitarios. Condujo el autobús del equipo a varios eventos deportivos. Él buscaba comida para los estudiantes, los levaba a sus casas.
“Este gran hombre se veía duro por fuera, pero era un niño por dentro”, dijo Corona.
Feis era tan grande que “San Pedro dijo que había que hacer las puertas del cielo un poco más grandes para que Aaron entrara”, dijo el pastor George Callahan, el clérigo de Feis durante su juventud. “Todos lo llamaban Feis. Lo llamaban el gigante amable”.
“Aaron Feis fue un héroe para muchas personas por mucho tiempo”, dijo el ex entrenador de Marjory Stoneman Douglas Mike Verden. “La maravilloso del 14 de febrero es que el mundo llegó a conocerlo”.
El amigo de la infancia de Feis, Joe LaGuardia, quien dijo que su propio padre murió en un tiroteo hace cinco años, ofreció consuelo a la familia: “Las multitudes podrán mermar, las cámaras se irán, pero deben saber que nunca estarán solos. En ese momento oscuro, la vida de Aaron brilla intensamente”.
También asistieron el gobernador de Florida, Rick Scott, y Jason Taylor y Sam Madison, ex jugadores de los Dolphins.
Se encendieron diecisiete velas en honor a los 14 estudiantes de Marjory Stoneman Douglas y los tres maestros que murieron. Cuatro de los portadores del féretro de Feis eran jugadores de fútbol que llevaban sus camisetas. Se mostró una caricatura de la artista canadiense Pia Guerra en honor a Feis. En ella, una niña llama a la figura grande e imponente de Feis para que participe en una reunión de niños y maestros que, según Guerra, representan a otras víctimas de tiroteos escolares, diciendo: “Vamos, señor Feis, muchos de nosotros queremos conocerlo”.
Fuente: El Nuevo Herald