Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra. (Imagen Falcon Photography vía Flickr)
Casi dos docenas de países condenaron el 29 de octubre ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) al régimen del Partido Comunista Chino (PCCh) por las graves violaciones de derechos humanos que comete contra minorías religiosas en China.
En una declaración presentada por la embajadora de Reino Unido, Karen Pierce, en el Comité de Derechos Humanos de la ONU, los 23 estados firmantes expresaron la creciente preocupación internacional por el brutal trato que reciben las minorías religiosas en China y pidieron al régimen comunista de Beijing que cumpla con las obligaciones internacionales sobre la libertad de religión.
“Compartimos las preocupaciones planteadas por el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial en sus Observaciones de finales de agosto de 2018 sobre China con respecto a informes creíbles de detención masiva; esfuerzos para restringir las prácticas culturales y religiosas; vigilancia masiva dirigida desproporcionadamente a los uigures étnicos; y otras violaciones y abusos de los derechos humanos en la región autónoma uigur de Xinjiang”, explica la declaración.
Los países firmantes del documento fueron Albania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Islandia, Irlanda, Japón, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia, Estados Unidos y Reino Unido.
La declaración conjunta pidió al régimen chino que “permita a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y a los Procedimientos Especiales de la ONU acceso inmediato sin restricciones y significativo a Xinjiang”.
Sin embargo, un grupo de 54 países, entre los que se encuentran estados muy cuestionados por sus propias violaciones de derechos humanos, como Rusia, Egipto, Bolivia y Pakistán firmaron una declaración conjunta elogiando lo que consideran “logros notables de China en el campo de los derechos humanos”, según reportó Bloomberg.
Extracción forzada de órganos de personas vivas
Reino Unido fue también la sede del Tribunal Independiente sobre el Uso de Órganos de Prisioneros de Conciencia en Trasplantes en China, dirigido por el prestigioso abogado británico Geoffrey Nice y que concluyó en junio que el régimen comunista chino ha llevado a cabo durante décadas la extracción forzada de órganos de presos de conciencia, en su mayoría practicantes de Falun Dafa.
Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una práctica espiritual que consta de ejercicios de meditación y enseñanzas morales basadas en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia y que es perseguida en China desde el año 1999, cuando el entonces cabecilla del régimen comunista -Jiang Zemin- ordenó la erradicación de la disciplina, que en ese entonces tenía entre 70 y 100 millones de practicantes.
“Muchas personas han padecido muertes indescriptiblemente horribles sin razón y muchos pueden sufrir de maneras similares… Vivimos en un planeta en el que la maldad puede encontrarse en el poder, por el momento, de aquellos que rigen un país con una de las civilizaciones más antiguas conocidas por el hombre moderno”, aseguró el tribunal en sus conclusiones con respecto a los terribles crímenes cometidos por el régimen del PCCh en China.
Redacción BLes